INSPECTOR MASCARELL es una serie de novelas basada en el personaje creado por JORDI SIERRA I FABRA, el autor más leído por los jóvenes de España y América Latina gracias a su facilidad para conectar con ellos, primero a través de la música rock y después con sus novelas, la mayoría de ellas grandes best sellers, o mejor llamarlos long sellers, porque muchas se siguen vendiendo 20, 25 o 30 años después de ser editadas. Así mismo, como autor de narrativa adulta, ha cosechado alguno de los premios literarios más importantes de España, muchos dentro de la novela policiaca, la novela histórica o la mezcla de ambas.
Miquel Mascarell fue inspector de policía en la República. El más joven en lograrlo y el más reputado. Está casado con Quimeta y tiene un hijo, Roger. La guerra civil lo cambia todo. Roger muere en el frente y Quimeta enferma de cáncer. Cuando en enero de 1939 las tropas de Franco entran en Barcelona, él decide no huir y se queda al lado de su mujer, que muere pocos días después. La primera de las novelas, “Cuatro días de enero”, habla del último caso policiaco que resuelve en los últimos días de la República.
Ocho años y medio después, en 1947, Miquel sale de la cárcel. Ha estado trabajando en el Valle de los Caídos. Con la pena de muerte conmutada e indultado, regresa a Barcelona, una ciudad que ya no conoce. Está solo. Pero nada más llegar se enfrenta a un nuevo caso policiaco, una trampa, la razón de su indulto. Ya no es inspector, pero a partir de aquí no dejará de meterse en líos. En este segundo libro, “Siete días de julio”, se reencuentra con Patro, a la que conoció en 1939. Con los meses y las siguientes novelas, rehará la vida a su lado, pero siempre, siempre, sin perder de vista lo que fue y sigue siendo de corazón: un defensor de la ley, y más con las injusticias de una dictadura.
No lo va a tener fácil.
ARGUMENTOS DE LAS NOVELAS
UN FIEL RETRATO, EN CLAVE POLICIACA, DE LA ESPAÑA
DE FINES DE LOS AÑOS 40 Y COMIENZOS DE LOS 50
El 22 de enero de 1939 el Gobierno de la República abandona Barcelona dejándola a su suerte y a merced de Franco y sus tropas. Durante cuatro días, en medio de una huida hacia el exilio por parte de los vencidos, la ciudad se convierte en un caos fantasmal bajo el peso de la derrota, el hambre, el miedo y el frío. Miquel Mascarell, inspector de policía, no puede huir a causa de su esposa, enferma de cáncer. Se queda, aunque sabe que será fusilado probablemente, y se enfrenta al último caso de su carrera, el de la hija de una prostituta que ha desaparecido y será violentamente asesinada. En estos cuatro días, a pie por una ciudad desesperada, buscará a un asesino y descubrirá que los viejos fascistas escondidos están regresando a sus casas y a sus vidas, surgiendo de la nada y dispuestos para la venganza.
Julio de 1947. Miquel Mascarell, que lleva ocho años y medio en el Valle de los Caídos, es sorprendentemente indultado y sale en libertad. De vuelta a casa, a una Barcelona casi irreconocible bajo el peso de la dictadura, está solo, no tiene a nadie. Hospedado en una pensión, recibe una misterios nota con dinero, una fotografía y una propuesta que su instinto de policía no puede obviar. Así es como, sin quererlo, vuelve a poner en marcha sus mejores dotes de inspector. Alguien quiere que investigue la muerte de una joven prostituta. A lo largo de una semana, Miquel descenderá a los bajos fondos del estraperlo, que ya domina buena parte de la vida urbana, y se reencontrará con Patro, la muchacha que en 1939 le impresionó profundamente y no ha olvidado. Los dos, como mitades de un todo aplastado por la guerra, iniciarán aquí su relación, profunda y llena de amor pese a la diferencia de edad.
Octubre de 1948. Miquel Mascarell y Patro viven juntos en el piso de ella. Han encontrado la paz y la felicidad. Pero el pasado siempre vuelve. La visita de un hombre temible y su extraña petición —más bien una orden— pondrá patas arriba su vida. Miquel ha de buscar la tumba de un joven muerto el 18 de julio de 1936. ¿Por qué? ¿Qué secretos esconde ese cadáver? ¿Cómo podrá dar con el lugar si han pasado 12 años y no hay ya testigos vivos de lo que sucedió? Miquel volverá a enfrentarse a sus fantasmas sabiendo que está en juego su supervivencia. En esos mismos días, en Madrid, un consejo de guerra juzga al grupo de los ochenta, los maquis que siguen la lucha contra la dictadura. Una lucha con la que Miquel se encuentra a lo largo de sus investigaciones en esos cinco días cruciales.
30 y 31 de mayo de 1949. Francisco Franco visita Barcelona en un clima callejero de euforia y rendición a la dictadura. Pero no todos piensan lo mismo y en esos dos días, silenciado por la prensa, en la ciudad estallan hasta diez bombas.
Miquel Mascarell, ya casado con Patro, recibe la visita de la hija de un antiguo compañero de comisaría. Según la joven, su padre ha sido asesinado, aunque su muerte quiere hacerse pasar por un accidente. Decidido a buscar la verdad y sin saberlo, Miquel va a meterse en el ojo del huracán, descubriendo sin pretenderlo un complot para asesinar a Franco. Siguiendo la pista de los asesinos de su amigo, moviéndose por el filo de la navaja, comprende que si les coge, puede evitar el magnicidio, pero si no lo hace y mira para otro lado, su amigo no será vengado y a cambio el dictador morirá, llegando así a España nuevos días oscuros aunque de cambio. En plena investigación pasa la noche en comisaría, donde se reencontrará con un viejo conocido, Lenin, un chorizo al que detuvo muchas veces antes de la guerra. Mientras, en el Paseo de Colon, por donde va a pasar el coche del dictador, el hombre que va a matarle espera.
Diciembre de 1949. Lenin, el chorizo con el que se reencontró Mascarell en mayo de ese mismo año, le pide ayuda desesperado: ha robado una cartera a un supuesto turista inglés al que luego asesinan. Ahora van a por él. ¿Qué contiene la cartera? Ni más ni menos que uno de los catálogos de cuadros robados por los nazis antes y durante la Segunda Guerra Mundial. El inglés asesinado era miembro de los Monument Men, una organización dedicada a recuperar esas obras expoliadas. Había llegado a Barcelona siguiendo los pasos de un nazi oculto en la ciudad, en posesión de un preciado botín, y que está a punto de llevárselo a Sudamérica. Para salvar a Lenin, Mascarell dejará que la familia de este se hospede en su casa, con Patro y él, quebrantando su paz. Con la sombra del comisario Amador en la nuca, empeñado en detenerle, vivirá seis decisivos días enfrentado, una vez más, a una telaraña de personajes derrotados y crímenes que en su calidad de civil, en teoría, no puede resolver.
Abril de 1950. La policía detiene a Miquel Mascarell. Su nombre aparece en la agenda del hijo de un periodista amigo suyo fusilado por el régimen. El joven es acusado del asesinato de un diplomático español que ha llegado expulsado de la embajada española en Washington. Miquel se ve obligado a investigar lo sucedido para ayudar al muchacho. Así descubre los entresijos de la alta política española en busca de su reconocimiento internacional, la venta de bases españolas para que los estadounidenses tengan en el sur de Europa aviones y barcos con los que enfrentarse al poder soviético. La embajada española en Washington era un coladero de información para los americanos. Todo ello demasiado importante para que el servicio secreto ruso lo pase por alto. La figura de una espía acabará complicando la historia hasta convertir la trama en un vertiginoso thriller de inesperado final.
Agosto de 1950. Patro y Miquel se disponen a pasar un día de playa. Todo se tuerce cuando ella desaparece y él recibe una nota muy explícita: Patro morirá si en tres días no resuelve un caso inconcluso de 1938. Este caso se remonta a los crueles bombardeos de marzo de ese año en Barcelona, los más sanguinarios después del de Guernica. La bomba que cayó en la esquina de la Granvía con la calle Balmes dejó un cadáver inesperado, un asesinato, el de un soldado de la República. El inspector que resolvió al caso aceleradamente ante una enfermedad de Miquel, acusó a un inocente que murió en la cárcel. Ahora el reto de Mascarell es encontrar la verdad doce años después, para salvar a Patro, pero también para hacer justicia. Durante tres días, bajo el tórrido sol canicular, y tras descubrir que Patro está embarazada, la lucha será titánica bajo el peso del recuerdo de aquellos bombardeos que marcaron la guerra en Barcelona.
Marzo de 1951. Miquel y Patro están a punto de ser padres en una Barcelona inmersa en un periodo de agitación social. Son los días de la “huelga de los tranvías”, el primer reto de la España de Franco que muchos temen acabe en otra guerra civil. En este contexto histórico, reaparece en la ciudad un viejo agente del cuerpo, Pere Humet, que le cuenta a Miquel cómo se exilió, sobrevivió en Argelés, luchó con los franceses y acabó en el campo nazi de exterminio de Mauthausen con otros compañeros. Murieron todos por causa de un delator y él ha vuelto para matarle. Sin embargo, al día siguiente, inesperadamente, es Humet el muerto. Miquel comprende que el delator es el asesino y decide buscarle para hacer justicia. Con Patro a punto de dar a luz y la huelga, la tarea es más difícil. Además, ha de enfrentarse, una vez más, con los fantasmas del pasado, la guerra y la derrota.
Junio de 1951. Durante los días previos a la verbena de San Juan, Miquel descubre que un viejo enemigo está vivo y libre. Es Laureano Andrada, el único hombre al que apuntó con una pistola y deseo matar; un viejo cura pederasta irredento, desafiante, y que con la dictadura sigue trabajando con niños. La muerte de Andrada convierte a Miquel en sospechoso y ha de huir. De forma no menos inesperada reaparece en su vida David Fortuny, que no sólo le salva, sino que le ayuda. David es ahora detective privado, pero está en las antípodas de Miquel, porque es adicto al régimen aunque sólo sea por conveniencia. Pese a discutir constantemente, los dos trabajan juntos en una extenuante investigación que les llevará a bucear por las cloacas de la Iglesia, el horror de los internados franquistas, la represión contra las madres rojas, el hambre y las humillaciones de los hijos de los derrotados, muchas veces convertidos en carne de cañón de la barbarie. Mientras, la policía persigue a Miquel, lejos de Patro y de su hija Raquel.
10 – UN DÍAS DE SEPTIEMBRE Y ALGUNOS DE OCTUBRE
Domingo, 30 de septiembre de 1951. David Fortuny, el nuevo amigo de Miquel Mascarell aparecido en la anterior novela, le pide ayuda para resolver tres casos en los que va a trabajar. Miquel se niega, no quiere más líos. Unos días después, Fortuny es víctima de un atentado al cual sobrevive quedando en coma y el ex policía republicano debe ponerse de nuevo en marcha para evitar que el asesino consume su trabajo matándolo. En apariencia, son tres casos sencillos. Pero sólo en apariencia: Un padre que hace seguir a su hijo, un marido que sospecha de su mujer, y unos abuelos que buscan un nieto que creen que les fue robado al nacer y morir su hija. Lo más importante para Miquel Mascarell es la justicia, y no siempre el que paga por una investigación detectivesca es el inocente. En los días siguientes, esos valores se pondrán a prueba. En el plano personal, Miquel se enfrenta a sus propios fantasmas, tratando de recuperar el pasado y la memoria que a veces parecen escapársele de las manos.
11 – ALGUNOS DÍAS DE NOVIEMBRE
Noviembre de 1951. Miquel Mascarell ha acabado aceptando la oferta de David Fortuny de trabajar con él en su agencia de detectives, aunque sólo “en algunos casos” o si hay mucha actividad. Los dos siguen enfrentados ideológicamente, pero a la postre acaban siendo extraños amigos. Patro le anima para que así esté ocupado.
Una mujer, esposa de un importante agente del mundo del espectáculo, les contrata. Su marido está recibiendo amenazas de muerte. Además, les paga generosamente. Cuando al día siguiente ella es hallada muerta, parece que ya no hay caso, porque tampoco hay clienta. Pero Miquel tiene su ética, y el adelanto sigue ahí. ¿Se equivocó el asesino? ¿Iba a por el hombre y se encontró con ella? ¿La mató para hacerle daño igualmente a él? Miquel y David tendrán que investigar en los entresijos de un mundillo apasionante pero desconocido, el del cine, el teatro, las varietés, con actores y actrices que matarían por un papel o por mantenerse en la cima. Así descubrirán que mucha gente odiaba al agente, un implacable depredador. De entre toda la maraña de personajes, ¿quién miente y por qué?
Enero de 1952. Miquel Mascarell sigue a un hombre. Un caso sin importancia en el que ayuda a su nuevo amigo, el detective David Fortuny. Ha de averiguar su identidad, nada más. Cuando ese hombre comete un asesinato y huye, Miquel ha de callar para no verse involucrado. Pero ya lo está. Un segundo asesinato le sumerge de lleno en una trama sumamente compleja, con el Mosad israelí, la Red Odessa que salvaba a los nazis de ser castigados tras la Segunda Guerra Mundial y la inquietante presencia de Otto Skorzeny, declarado “el hombre más peligroso de Europa” en la guerra, y que ahora es el reponsable de Odessa. Un oscuro personaje real que vivió en España impunemente hasta los años 70. En medio de todo esto, la novela transcurre en los mismos días en que, 13 años años, Miquel y Patro se conocieron. Los recuerdos regresan en medio de la asfixiante dictadura mientras él ha de decidir entre dos tipos de justicia, la real y la que marca el devenir de la historia. ¿Cómo lo resolverá? Una novela que pone a prueba la equidad del exinspector.
Febrero de 1952. Dalena, una excompañera de Patro que fue a la cárcel por ayudarla hace años, le pide ayuda ahora a ella para cambiar de vida. Cuando Patro se encuentra asesinado al chulo de Dalena, Miquel Mascarell acaba involucrado en la acción para salvarlas a las dos. Dalena va a casarse con un rico industrial barcelonés y su hermano ha sido abatido por las fuerzas del orden en un atraco perpetrado por el maquis, la guerrilla antifranquista. ¿Quién delató al hermano de Dalena? ¿Está la oscura mano del maquis detrás de todo ello? ¿Quién es el hombre que quiere sacar a Dalena de la prostitución? ¿Qué secretos se esconden detrás del crimen? Miquel, moviéndose en terrenos muy pantanosos y siempre de incógnito por su condición de exrepresaliado, ha de enfrentarse en las sombras con un submundo erizado de peligros, traiciones y con el miedo constante de la bota de la dictadura sobre todos ellos, en una intensa historia cargada de emociones a flor de piel.
Abril de 1952. Miquel y David reciben en su agencia de detectives la visita de Montserrat, una viuda de guerra. O no tan viuda. La mujer no está segura de que su marido haya muerto y quiere estarlo para poderse casar “como Dios manda”. Han pasado 13 años desde el final de la guerra civil y no quedan apenas testigos de los últmos días en los que Benito García dio señales de vida. La investigación de Miquel y su ahora ya compañero David Fortuny se centra pues en la búsqueda no solo de Benito, sino del grupo de amigos que en 1936 se marchó a pelear por la democracia y murió en manos de una dictadura. ¿Todos? No, quedn algunos implicados con los que empezar a remover el pasado. Un pasado lleno de sorpresas que les hará viajar en la moto de David por algunos lugares donde se combatió en los estertores de la guerra. ¿Está vivo Benito Garcia? Y si lo está, ¿por qué no ha dado señales de vida en 13 años? Miquel y David van a descubrir un trascendental secreto en una historia apasionante de amor y redención con uno de los finales más sorprendentes de la serie.
A LA VENTA EL 4 DE ABRIL DE 2024:
15-ALGUNOS DÍAS DE MAYO Y UNO DE JUNIO
A fines de mayo de 1952 se celebra en Barcelona el Congreso Eucarístico. Barcelona en primer plano mundial. España de vuelta al mundo. Fin de las cartillas de racionamiento, las cárceles franquistas se abren y las restricciones son menores. Barcelona se llena de vida religiosa y fervor, miles de sacerdotes y católicos llegan de todas partes del mundo en coche, tren, barco o avión. Franco, el enviado del Papa, personalidades. En ese contexto, el rector de un convento llama a David Fortuny para pedirle ayuda. Tres sacerdotes se han suicidado en el espacio de pocos días y con el Congreso a las puertas nadie entiende las causas. Hay miedo. Miquel Mascarell sabe que sacerdotes y suicidio son dos palabras que no encajan. ¿Y además tres, sin contacto entre sí ni aparente relación? Comienza así una investigación que desentrañará un drama personal oculto durante muchos años. Un drama entretejido a través del tiempo que va a amenazar no solo la paz del Congreso, sino la vida futura de la ciudad, porque, de pronto, Barcelona y Mascarell acaban en el ojo del huracán.