ACTA DEL PREMIO JORDI SIERRA I FABRA 2025

ACTA DE LA CONCESIÓN DEL XX PREMIO
JORDI SIERRA I FABRA PARA JÓVENES 2025

          Reunido en la ciudad de Barcelona el 10 de febrero de 2025, el jurado del Vigésimo Premio Jordi Sierra i Fabra para Jóvenes, integrado por Dª Berta Márquez (editora del Grupo Editorial SM), Dª Elena O’Callaghan (escritora), Dª África Vázquez (escritora y ganadora del Premio Jordi Sierra i Fabra 2008), D. Pep Durán (librero y representando a la Fundació JSiF) y D. Arturo Padilla (escritor y primer ganador del Premio Jordi Sierra i Fabra en 2006), se han acordado los siguientes fallos:

GANADOR DEL PREMIO JORDI SIERRA I FABRA PARA JÓVENES 2025:

Helena Moreno Padilla
de Almería
por “Más allá de la muralla”

 FINALISTAS

 Primer finalista:

Júlia Córcoles Cañas
de Murcia
por “Lo que nos dijimos en silencio” 

Segundo finalista:

Marcos Carrizo Pérez
de Zaragoza
por “Memorias de un imperio de promesas” 

Tercer finalista:

 Paula Álvarez Farreras
de Trobajo del Camino, León
por “¿A qué huelen las flores muertas?”

 Cuarto finalista

Rosa María Berrocal Rodríguez
de Fuenlabrada, Madrid
por “El último viaje”

Quinto finalista:

Abril Adalia Godina
de Boadilla del Monte, Madrid
por “Más allá de las palabras”

LISTA DE HONOR ORO (POR ORDEN ALFABETICO)

Claudia Romero Dorna
de San Xoan de Vilanova, A Coruña
por “Relatos (y demás estudios insomnes)”

Daniel Alonso Gordo
de La Habana, Cuba
por “Mr. Reus”

Diana Esteban Pato
de Madrid
por “El pintoresco mundo escalera”

Eliel Birzavit Ortigas Rodríguez
de Son Servera, Mallorca
por “El secreto de los noxianos”

 Laura Martí Ortiz
de Granollers, Barcelona
por “Tiempo en latidos”

Natalia Ramos Pérez
de Valencia
por “Ambulantes”

Nikole Ganivet Canio
de Villarrobledo, Albacete
por “Una delgada línea entre…”

LISTA DE HONOR PLATA (POR ORDEN ALFABETICO)

Álvaro Rodríguez Muñoz
de Las Rozas, Madrid
por “Nalón”

Álvaro Sánchez Nogueira
de Alcorcón, Madrid
por “Los archivos D”

Carmen Martínez Narros
de Meco, Madrid
por “La Era de las Bestias”

Inés Soledad Ajban de los Ríos
de Madrid
por “Todos mis errores y reflexiones”

Itxaso Illarramendi Gonzalez
de Vigo, Pontevedra
por “Diez corazones”

Lydia Gallego Sánchez-Toril
de Monreal del Campo, Teruel
por “Fabricante de sueños”

Mateo Maldonado Sánchez
de Bucaramanga, Colombia
por “Cuentos de otro mundo”

Mayram Beatriz Márquez Díaz
de Caracas, Venezuela
por “El mago de amatista”

Paola Candelario Hernández
de Los Santos de Malmona, Badajoz
por “El último pétalo”

Silvia Domínguez Pinaderos
de Madrid
por “Desde 1981”

Sofía Rondón Rusca
de Yanahuara, Arequipa, Perú
por “La escuela C.P.M.”

         La cosecha del Premio de Novela Jordi Sierra i Fabra para Jóvenes 2025 nos ha deparado un número de 46 originales presentados, más que en 2024, pero todavía lejos del record de 2013 (111 obras). Sin embargo, se nota la recuperación tras la pandemia de 2020 y 2021. El efecto de saturación de móviles y redes sociales también contribuye a que se vuelva a prestar atención a lo que realmente importa, como es la lectura y no digamos ya la escritura, que para ello se convoca este premio.
Han optado al JSiF ’25 un total de 36 chicas y 10 chicos, proporción similar a la de todas las convocatorias precedentes. Por géneros, tenemos 14 novelas realistas, 3 de realismo fantástico, 4 biográficas o autobiográficas, 2 de aventuras, 12 de fantasía, 1 de fantasía romántica, 5 recopilaciones de cuentos (dos de ellas de terror), 4 de ciencia ficción y 1 de historia. Destacar una vez más que han llegado obras de México, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Cuba, prueba de la internacionalidad del premio.
Entre los puntos que se destacan de la lectura de los originales, hay que citar estos: sigue subiendo el nivel, mucho, ya que hemos tenido seis finalistas, siete integrantes de la Lista de Honor Oro y once de la Lista de Honor Plata, es decir, más de la mitad de los libros presentados han estado por encima de la media; los relatos de fantasía son más originales y están más elaborados; los relatos realistas muestran una clara influencia de distintos éxitos de la LIJ o son de herencia oral quizá por parte de abuelos o tutores; destaca una novela de fantasía romántica por lo sorprendente y la de la Historia de Roma por la documentación. Las cosas negativas son: demasiados términos anglosajones, nombres, palabras, lugares; sigue la tendencia a creer que cuantas más páginas tiene un libro es mejor, y no, al contrario, a veces se mezclan demasiados temas y muchos no aportan nada o se quedan sin resolver por falta de dominio narrativo, normal siendo jóvenes; y, de nuevo, en algún libro, el exceso de palabras muy eruditas pero descontextualizadas (que una palabra sea sonora no significa que encaje en el relato). Un tema que si ha preocupado y mucho, es que se han detectado libros con indicios de haber sido escritos o pasados por la IA. Estos libros sospechosos quedan automáticamente fuera de los puestos de honor. En el caso de los finalistas, que son los que lee el jurado al final, desde este año serán pasados por un detector para comprobar que no haya huellas de IA en su redacción. Si queréis escribir no podéis engañados a vosotros mismos. No tiene sentido. Este es un premio que os ayuda a dar forma a vuestros sueños, no una meta en sí. El artista que se miente a sí mismo no es ni será nunca artista. Si solo queréis ganar es que estáis jugando y no pensáis en el futuro y en lo maravilloso que es escribir. El tema de la IA se incluirá en las próximas bases del premio.
El ingenio y el trabajo de las historias se hace evidente año a año, prueba de la seriedad con la que os tomáis este reto que ha cambiado la vida de tantos y tantas en las convocatorias anteriores (la mayoría de los primeros ganadores son hoy escritores ya consagrados, y muchos más, que no lo hicieron, han publicado sus novelas con el paso de los años). Por supuesto ha habido participantes que se presentaban por segunda y tercera vez, incluso cuarta o quinta, incansables al desaliento, como tiene que ser. El esfuerzo, sacrificio, confianza y perseverancia más allá de los resultados es la clave para llegar a ser escritor o escritora. Algunas veces un finalista de un año no aparece ni en las Listas de Honor al siguiente. Esto no significa un retroceso, es solo una vicisitud más propia de los concursos literarios. Cada año os digo lo mismo: escribir es una maratón sin fin, cada libro es siempre el primero, y el peaje del aprendizaje es duro, aunque suele confortar. Escribir es una necesidad para muchos y muchas, como lo es respirar. Insisto: a lo largo de los ya 20 años del premio, no pocos son los que nunca han llegado a la final y en cambio han publicado posteriormente libros al crecer y evolucionar. Y cuidado: digo publicar, no autopublicarse, algo que solo es un autoengaño y no sirve de nada. Escribir significa honrar lo que se hace y respetarse a sí mismo en ese proceso. La autopublicación acaba siendo un juego producto de un afán de notoriedad o necesidad de autoestima, por otro lado, algo propio de la adolescencia. Por último, siguiendo directrices del jurado, recomendar siempre pasar el libro por el auto corrector del ordenador, cuidar la estética, entrar las primeras líneas, no separar párrafos, no utilizar palabras rimbombantes si no sabéis que significan y no fiarse nunca de una sola fuente de información. Hay que contrastar. Wikipedia está plagada de errores.
Helena Moreno Padilla nació el 3 de mayo de 2008 en Almería. Había escrito anteriormente dos novelas y varios relatos. Comenzó a escribir el libro con el que ha ganado el premio a fines de verano de 2023, lo terminó en noviembre del mismo año y tras revisarlo decidió presentarlo a esta convocatoria. Helena estudia bachillerato de Arte en la Escuela de Arte de Almería y es una notable dibujante. Por ello en su futuro se ve como ilustradora, escritora y cineasta. La novela “Más allá de la muralla” es de fantasía. Sunny es un elfo que vive en una ciudad amurallada. Un día esta muralla sufre un atentado y roban la espada de la guardiana de la ciudad. Sunny y un amigo herrero tratan de recuperarla viviendo no pocas aventuras en un universo poblado por seres mitológicos.
En segundo lugar ha quedado “Lo que nos dijimos en silencio”, una excepcional historia realista escrita magistralmente por Júlia Córcoles Cañas, que era la tercera vez que optaba al premio. Nos habla de un rebelde chico sordo que vive en un orfanato, en 1955, sin que nadie le haga caso. Un día se contrata a un nuevo educador que le ayudará a integrarse. En tercer lugar Marcos Cañas también se presentaba al premio por segunda vez. La suya es una novela histórica ambientada en los tiempos de la antigua Roma, con un chico cántabro que se alista en los pretorianos para vengar la muerte de su padre.
A destacar el caso de Rosa María Berrocal, que marca un hito en la historia del premio. Cinco participaciones, y las cinco veces finalista. La más joven de los finalistas ha sido Paula Álvarez, nacida en abril de 2010.
Como siempre, y son ya 20 años de este premio, convertido en el más importante en lengua castellana en el mundo para jóvenes, es esencial destacar la utilidad de las recomendaciones que se os hacen en los anexos al final de las bases que anualmente se cuelgan en www.sierraifabra.com. Sólo escribiendo (y leyendo, por supuesto) se aprende a escribir. El hecho de saber hacerlo mejor o peor ha de ir acompañado de la necesaria estética para presentar una novela. No es lo mismo escribir una novela que hacer un correo electrónico o un mensaje por móvil. Enhorabuena a todos y todas las participantes que han emprendido el camino de aceptar este maravilloso reto: escribir. Y que nadie piense que ha ganado una obra y las demás han perdido porque no es así. Una gana, pero las demás compiten. El mérito de escribir una novela es vuestro, pero el placer de verla terminada no tiene precio. Ese orgullo no os lo quita nadie.
La entrega del XX Premio Literario Jordi Sierra i Fabra se realizará en el transcurso de un acto abierto al público en Almería, en lugar y hora que se anunciará oportunamente, con la presentación de la novela ganadora ya editada.

Jordi Sierra i Fabra, 10 de febrero de 2025